Características
El primer preservativo o condón
femenino se hizo del plástico sintético llamado poliuretano. Su diseño proporciona mayor
protección a la mujer contra las enfermedades
de transmisión sexual, como la de VPH-virus del papiloma humano- y por virus
de la inmunodeficiencia humana (VIH); pues impide el contacto de los
genitales masculinos y del semen (donde se encuentran los espermatozoides) con la vagina y
genitales femeninos externos, limitando el acceso al óvulo, y evita el embarazo. Además protege al escroto del
varón de quedar expuesto a contagio al insertar por vía anterior o posterior.
Se calcula que su efectividad es de
88 % a 98 % si se utiliza correctamente.
Además del condón femenino de
poliuretano, existe el de nitrilo - segunda generación- desde 2007. Ambos resultan más
resistentes que los condones de látex masculinos, tienen un potencial de roturas menos frecuentes,
mayor protección física (sexo protegido) y comodidad, así como un período de
conservación más largo, aun cuando las condiciones de almacenamiento sean
desfavorables.
El condón femenino consta de una
transparente funda pre lubricada que no contiene espermicidas, con dos anillos, uno
interior y cerrado, que permite la colocación fácil dentro de la vagina, y el
otro con un diámetro más grande, abierto y más flexible, que facilita cubrir
los labios y clítoris, impide que el condón se introduzca demasiado en la
vagina y que pierda posición.
El condón femenino fue creado
atendiendo la vulnerabilidad de la mujer, ya que le permite ejercer sus derechos sexuales, decidir y tener control
sobre su seguridad. Anteriormente, con el condón masculino, la decisión de
tener sexo protegido recaía en el hombre, quien en ocasiones no tomaba en
cuenta a la mujer y sus derechos.
Las dimensiones del Condón Femenino
son las necesarias para proteger a los genitales de la mujer y apenas distintas
de las del condón del varón, de 160 mm de largo y 44-56 mm de ancho
Colocación
Se debe comprobar la fecha de
caducidad y el correcto estado del preservativo.
1. La colocación es parecida a la de
otros anticonceptivos vaginales femeninos: anillo vaginal, diafragma, esponja
anticonceptiva.
2. No hace falta esperar a la erección del pene como ocurre con los preservativos del hombre; inicie
juntando el anillo interior desde la parte externa del preservativo para
introducirlo en la vagina.
3. Una vez en la vagina se coloca el
dedo pequeño dentro del preservativo para avanzarlo pasando el nivel del hueso
del pubis y alcance el fondo, igual como se coloca un óvulo vaginal, teniendo
cuidado con los posibles objetos cortantes (uñas, anillos...).
4. El anillo externo y un pequeño
segmento del condón femenino quedan por fuera para impedir el contacto de los
genitales masculinos, especialmente raíz del pene y testículos, con la vulva y
piel del área genital de la mujer, sitios susceptibles de contagio por virus
del papiloma humano, entre más causantes de ETS.
5. Una vez terminado el coito se le da un par de
vueltas al anillo externo para que no se salga el semen y se tira del
preservativo para sacarlo.
Ventajas
Como todos los métodos
anticonceptivos, el condón femenino tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Entre las ventajas está el que no hace falta esperar a que el pene esté en
erección, que no es necesario extraerlo o levantarse a asearse inmediatamente
después de la eyaculación, y su fácil uso. Previene contra las enfermedades de
transmisión sexual, como el virus del papiloma
humano y el VIH. Supone una alternativa para aquellas personas que tienen
alergia al látex. Pero como todos los métodos, este también tiene sus aspectos
negativos, tiene mayor precio que el del hombre, y se da la creencia equivocada
de ser aparatoso porque es para una anatomía más compleja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario